Con seis horas de trabajo el
El automóvil de vigilancia inteligente (AVI) ha ido probando diversas rutas y funciones para poner en marcha todo su sistema operativo. De hecho, ayer hizo su primera incursión nocturna por las calles de la ciudad con el fin de comprobar su eficacia en condiciones de baja visibilidad o escasa iluminación.
El AVI es una necesidad para hacer más fluída la circulación dentro del casco urbano y funciona con absoluta normalidad en todas las grandes ciudades y es una herramienta muy útil para acabar con una práctica tan arraigada como perniciosa para el desarrollo de la movilidad urbana, como es el caso de la doble fila.
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