lunes, 23 de marzo de 2009

Jade Goody


Ayer falleció Jade Goody, la joven británica que surgió de la nada para convertirse en una persona muy conocida gracias a un Reality Show. Enferma de un cáncer terminal, su decisión de retransmitir su agonía a cambio de dinero, para asegurar el futuro de sus hijos, dio la vuelta al mundo.
Jade falleció la pasada madrugada a las 3:55, y a la familia y a los amigos les gustaría que la privacidad se respetara.
El deseo de intimidad expresado por la madre de Jade a la puerta de su lujosa casa del condado de Essex choca frontalmente con la que ha sido la trayectoria de uno de los fenómenos televisivos más polémicos de la última década.
Vulgar, soez e inculta, esta joven que ha fallecido a los 27 años, supo conectar como nadie con las clases más bajas. Su estrella fue de la mano de un popular Reality Show que la reclutó hace 7 años.
En las diferentes ediciones, tuvo el dudoso honor de ser la primera habitante de la casa en tener sexo delante de las cámaras o de protagonizar un enfrentamiento racista con una concursante india que originó un enfrentamiento diplomático.
A pesar de costarle varias expulsiones, su carácter le sirvió sin embargo para crearse un personaje del que ha vivido hasta ahora. En este tiempo, el exhibicionismo de los que ella y los que la rodean se han lucrado, no ha tenido límites.
El anuncio de su enfermedad, detectada en agosto del año pasado, su boda, el bautizo de sus hijos, incluso su agonía han sido vendidos al mejor postor.
Fondos con los que Jade quiso asegurar el futuro de sus pequeños, para que reciban la formación de la que ella carecía. Un reality que concluirá con su funeral, su más jugosa exclusiva.

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